CUANDO EL CORAZÓN DE LA ESCUELA LATE

A pocos días de mi llegada a Dublín la semana pasada repetí, como un ritual, mi visita a The Trinity Library. La madera, el papel, las escaleras, el olor. La historia se congeló en el momento en que manuscritos, bibliotecarios e investigadores dejaron de mantenerla viva. Hoy visitamos un espacio muerto, bello sí, pero sin vida. Cuerdas y vigilantes nos alejan del bien preciado, los libros. 

No es muy diferente de lo que hoy vivimos en tantas otras bibliotecas, donde estantes, cristales y cerraduras nos separan de lo que debería estar cerca; las historias, el teatro, los relatos, los poemas, o los cuentos e ilustraciones que nos trasladan a otros mundos, nos muestran realidades o nos dibujan sueños. 

Eran y son las bibliotecas muertas, donde la vida se quedó parada hace tiempo y está esperando a que la dejemos latir de nuevo. 

Esta semana he conocido algo diferente. No sé, porque no lo he preguntado, si tiene en su catálogo las grandes colecciones de literatura clásica que otras poseen. Desconozco si podría encontrar en sus estantes enciclopedias o atlas donde consultar eso que hoy encontramos en la red. Pero sí he encontrado estantes abiertos y accesibles, libros sobados por el uso, mesas y sillas de colores, butacas y cojines para sentarse, dibujos, carteles y manualidades hechas por los alumnos en los talleres de animación a la lectura; pantallas de televisión con propuestas bibliográficas hacia los pasillos del centro, una pecera, ordenadores con el catálogo y con acceso a una biblioteca virtual de más de 1500 volúmenes y una pequeña sala de cine que aún conserva algunas palomitas en el suelo que recuerdan el cineforum del pasado viernes. 

Y detrás de todo esto, una mesa y tras la mesa, Linda Kerr. Linda te sorprende por su pelo extraordinariamente rubio, lo primero, y por su acogedora y amplia sonrisa, después...o al mismo tiempo. La bibliotecaria de la Killinarden Community School desarrolla un plan pionero de gestión de bibliotecas escolares en Irlanda. Es el programa JCSP Libraries  en donde lo más importante no son los libros, sino los lectores, donde la Biblioteca es un espacio seguro para los alumnos y alumnas, un lugar de juego, de diversión, de entretenimiento y también un lugar al que acudir en cualquier momento y encontrar ayuda, consuelo, abrazos y confianza a través de los libros y la lectura. Es decir, hacer de la Biblioteca el Corazón del Centro, pero lo más importante, ese CORAZÓN, LATE.  

Justina Castillo

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